El dilema de Aarón
Cuando Moisés se encuentra en la montaña recibiendo las tablas de los mandamientos, Aarón queda a cargo de los israelitas, que después de 40 días sin ver a Moisés le dicen:
“Levántate y haznos dioses que vayan frente a nosotros, porque este hombre Moisés, quien nos hizo subir de Egipto, no sabemos qué fue de él”.
Éxodo 32:1
¿Qué debía hacer Aarón ante un pedido como este?
Y… ¿podemos considerarlo un simple pedido? Lo más probable es que si realmente hubiera sido un pedido, Aarón habría sido más tajante en su posición. Es mucho más probable, dado el tono de la demanda, que se tratara más bien de una exigencia, una “oferta que Aarón no podía rechazar” —con una amenaza implícita ocultada detrás.
Así que se plantea el dilema para Aarón…
Aunque no se tiene certeza sobre el número exacto de israelitas en ese momento, por anteriores versículos de Éxodo y versículos de los censos de Números, se estima que la cifra debía situarse entre el millón y los dos millones.
Ahora, seamos prudentes e imaginemos que los israelitas frente a Aarón hubieran sido nada más tres mil. Tratándose de una exigencia, lo que se presentaba ante Aarón era una masa enardecida, exasperada sin su guía.
Además, es probable que el mismo Aarón no tuviera certeza de que Moisés regresaría. Encontrándose en el desierto, pudo haber imaginado la muerte de su hermano por inanición o deshidratación.
En este escenario, Aarón se dio cuenta de que sólo podía escoger uno de dos caminos:
1 Negarse a la fabricación de cualquier ídolo, reprenderlos y decirles que mantuvieran la calma hasta que regresara Moisés —con mucha probabilidad de morir linchado, y de que los israelitas terminaran haciendo de todos modos lo que se habían propuesto;
2 Acceder a las demandas de los israelitas, construir un “dios” y no morir asesinado a manos de la turba, con la esperanza de que Moisés regresara antes de que se consumara el horrible pecado.
La Biblia nos dice que eventualmente optó por construir el becerro.
Pero también nos dice algo más, que no todos logran percibir. Se trata de una estrategia que Aarón intentó usar para que al final ningún ídolo fuera adorado, una estrategia evidente en sus respuestas a los israelitas:
Les dijo Aarón: “Quiten las argollas de oro de las orejas de sus esposas, hijos e hijas y tráiganmelas”. [...] Y tomó el oro de sus manos, lo envolvió en telas y lo forjó haciendo un becerro de oro. [...] Vio Aarón e hizo un altar frente al mismo y dijo: “Habrá festividad para el Señor mañana”.
Éxodo 32:2-5
Efectivamente, Aarón hizo no uno o dos, sino tres intentos para dilatar la adoración del becerro, tratando de ganar tiempo hasta que Moisés llegara.
En un primer momento les dice “está bien, haré el becerro, pero para poder hacerlo necesito que me traigan oro. Vayan y búsquenlo”. Su esperanza era que demoraran o se rehusaran a ceder sus joyas, pero al parecer fue inmediata la recolección de los pendientes.
Viendo que no le queda de otra que hacer el becerro, ahora recurre a dilatar la adoración —al menos así el pecado estaría “incompleto”. Hace entonces como si no estuviera todo lo necesario para adorar el becerro y pasa a crear un altar.
Al fin, parece que los israelitas están listos para dar rienda suelta a sus deseos más oscuros. Pero ahí también Aarón trata de detenerlos, diciéndoles: “Habrá festividad para el Señor mañana”. Y queda de nuevo aplazada la adoración del becerro.
Sin embargo, nada de eso fue suficiente. Para cuando Moisés bajó la montaña, sólo Dios sabe (literalmente) lo que estaba ocurriendo frente al becerro.
Entonces, aunque no podemos decir que Aarón hizo lo correcto —pues bajo su liderazgo el pueblo terminó pecando muy gravemente— es interesante ver la manera en que intentó afrontar la situación, pesando sus opciones en la balanza y escogiendo la que le daba más probabilidades de evitar lo peor.
¿Pero qué fue lo que pasó frente al becerro? ¿Qué estaban haciendo precisamente los israelitas que provocó una explosión de ira tan grande por parte de Dios (y luego de Moisés)? ¿Estamos seguros de que se tratara sólo de actos de adoración?
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